Los que amamos este deporte tenemos el mismo sentimiento. Terminamos la temporada con mucho cansancio acumulado, pero queremos más. Nuestro cuerpo es una especie de máquina que no se cansa del baloncesto. No podemos estar cerca de 3 meses sin practicar nuestra actividad favorita, por eso mismo nos sentimos afortunados de poder estar en los campus que se organizan, pero eso no es suficiente, queremos que comienze una temporada nueva en cuestión de segundos... y los segundos, se hacen eternos.Los entrenadores ya estamos trabajando mucho para mejorar a nuestros equipos y por qué no decirlo, nosotros mismos. Tenemos delante de nuestros ojos muchas horas de dedicación, muchas horas de "comeduras de cabeza" buscando mil y una soluciones para todo lo que nos depare la competición. Hoy me han dicho algo muy cierto, "hay que estar preparado para todo".
Pero la verdad de todo esto es muy sencilla:
Queremos al baloncesto porque necesitamos pasarlo mal por él en determinados momentos.
Queremos al baloncesto porque sin él, nos faltaría algo esencial en nuestra felicidad.
Ahora, toca disfrutar. Ahora, toca trabajar.
