sábado, 20 de febrero de 2010

"YO PERDÍ ESA FINAL"


EL SIGUIENTE ARTÍCULO HACE REFERENCIA A MI ETAPA PASADA EN LA CATEGORÍA SUB21 COMO JUGADOR

Hoy hemos jugado una final, mi primera final. Pensaba que las finales eran reñidas de principio a fin, pero me he dado cuenta de que no tiene porque ser así. 
Al principio del partido hemos calentado muy fuerte, estábamos con mucha moral y pensábamos que sólo los dos mejores equipos de la liga la juegan, que sólo los dos equipos que han conseguido mantener una buena línea durante la liga regular se merecen ese premio. Por esto mismo he pensado que la final, sería un cara o cruz. Pero no ha sido así.


Los nervios han aparecido en nosotros, hemos empezado perdiendo los balones más sencillos, teniendo miedo a botar, a entrar a canasta, a tirar por si fallábamos… cada jugada que me equivocaba miraba a mi entrenador porque sabía que pondría alguna cara de decepción… y no me he equivocado, esas caras que me dedicaba unas veces a mí y otras veces a mis compañeros reflejaban la realidad. 
¿Por qué los dos equipos que más y mejor hemos jugado durante el año no se refleja en el marcador? 
Cuando finalizaba el primer cuarto, perdíamos de 12… ¿Qué pasaba? No lo entiendo.

En el descanso entre el 1er y 2º cuarto, nos tranquilizamos y buscamos errores para corregirlos. Nuestro entrenador, nos decía nuestros fallos, donde estaban los puntos fuertes y débiles del rival que nos estaba arrollando. Y saltamos a la pista, multiplicando nuestra moral, nuestra fuerza, nuestra confianza.
Terminado el 2º cuarto, pienso que ha sido un sueño… pero un sueño feo, una pesadilla. 
31 abajo. Nos han doblado. 
Nos vamos al vestuario, no hay fuerzas, no hay ganas… Esto no es justo.

Ya en el vestuario, escuchamos al otro lado de la pared al rival, riéndose, felices, cantando campeones campeones… nos están machacando hasta en el descanso.
Nuestro entrenador, nos mira, y nos dice algo que nunca olvidaremos. 

“El baloncesto es 5x5. Da igual que sean altos, bajos, negros o blancos. Son 5 personas. Da igual quien sea el rival. Sigue siendo 5 contra 5. Nos quedan 20 minutos para demostrar que la final la juegan los que van superando todas las pruebas. Y nosotros, lo hemos hecho. Podemos permitir el perder un partido, podemos permitir que nos ganen de mucha diferencia… pero no que canten victoria cuando quedan 20 minutos por delante. No os voy a mentir, son 31 puntos, muchos. Pero son puntos, no goles. Mientras hay vida, hay esperanza. Salir a la pista y demostrar que sois justos finalistas. No tiréis por a la basura el duro trabajo del año, las tardes de lluvia, de frío, los viajes o los madrugones. Que todo merezca la pena”.

Nuestra cara, nuevamente cambió. A por ellos. 
Seguimos siendo el mismo equipo que al principio del partido, pero esta vez, muy enrabietado y llenos de orgullo.

El partido ha terminado, estoy cansado, apenas puedo recordar que es lo que ha pasado. En el descanso perdíamos de 31 y ahora… hemos ganado de 15. 
“Mientras hay vida, hay esperanza”.


Óscar Mayoral
Yo perdí esa final.

domingo, 7 de febrero de 2010

"ENTRENADOR, QUIERO SER ÚTIL"

Categorías alevines, infantiles... siempre se ha dicho que las categorías escolares son conocidas como formativas.

A mi modo de ver, la palabra formación aplicada al baloncesto, comprende en el aprendizaje de todas las partes del baloncesto, enseñar los movimientos técnicos y tácticas para que nuestros jugadores puedan, el día de mañana, tener en su repertorio propio una magnitud de fundamentos bien trabajados.

Partiendo de la base que en la vida nunca se deja de aprender, podríamos alargar el significado de "formación deportiva".
Cuando tenemos niños en edades tempranas ejercemos muchas veces de psicólogos, amigos, profesores, monitores... antes incluso que de entrenadores. Allí es donde entra un buen formador/monitor/entrenador.

No entiendo, ni acepto, la idea de coger como una norma el que determinados niños sólo jueguen el primer cuarto del partido (así cumplimos con la normativa) para luego no desnivelar los restantes periodos. Si somos, o deberíamos intentar, educadores, tendríamos que saber dar a todos las mismas oportunidades y responsabilidades, y dejar a un lado el éxito personal o el resultado positivo a corto plazo.
Lo que sí está claro es que para formar a un grupo y que todo el Mundo se sienta protagonista, hay que pagar caro los resultados de las competiciones, algo que no todos los entrenadores saben llevar bien.
Cuando yo era jugador infantil, en mi equipo había 3 chicos que calentaban pero nunca jugaban ni un solo minuto. Cuando eres pequeño no te das cuenta de estas cosas, pero con el paso del tiempo entiendes que es lo que pasaba. Aquel entrenador ni siquiera los metía en el acta. Para los más curiosos, infantil B, competición que por cierto ganamos.

No creo que haya algo más positivo y satisfactorio que ver la evolución de todo un conjunto, unos lo harán de forma más descarada que otros (ley de vida), ver que los niños terminan sus partidos orgullosos, ver que se sienten útiles...

Hablo por experiencia. Seguro que más de uno de vosotros recuerda algún partido en edades escolares donde un equipo sale con los 3 más "flojos" y luego ya ni aparecen.
¿Creéis que los chicos son tontos? No, no lo son.

Siempre hay jugadores que se ganan más que otros los minutos, y también hay que premiarlos, aunque en formativas deberían de ser excepciones.

Ahora una reflexión:
¿Acaso es satisfactorio ganar una liga escolar si por el camino has dejado a varios niños a las puertas de la pérdida de la ilusión por este deporte?
Y es que, amigos, las medallas personales son las medallas... y el ser humano, por excelencia, es un egoista.