martes, 18 de enero de 2011

EL USO DE PRESIONES EN CATEGORÍAS FORMATIVAS

Sábado por la mañana, la hora de las categorías escolares. Momento de ilusión, deporte `sano´.
Son muchos los equipos inscritos en las distintas categorías escolares, y también diferentes y variadas formas de juego las que desempeñan cada uno.

Dentro de estos estilos, podemos observar como la gran mayoría opta por defensas presionantes a todo o medio campo, siendo cuestionadas contínuamente en si son o no formativas. Con ella se buscan, entre otras cosas, recuperar el balón en el menor tiempo posible, actividad de los jugadores para no caer en la apatía, provocar el fallo rival ante la insistente "agresividad" de la defensa, los 2 contra 1 al jugador con balón, las fintas defensivas, el contraataque una vez cortado el pase o robando la pelota... y un sin fin de conceptos que se podrían añadir a una larga e interminable lista.
Pero aquí es donde entra la psicología del entrenador. Aquí es donde se debe saber cómo y cuándo utilizar una presión.

Los hay quienes la utilizan para intentar cerrar el acta en los partidos y ganar "de cuanto más, mejor". Error grave a mi juicio. Tenemos que saber diferenciar entre ganar bien y ganar de cualquier manera.

Hay algo muy importante a tener en cuenta. Claro que la presión es formativa (entre otras muchas cosas, por las que he comentado párrafos más arriba), pero que no quede la más mínima duda que perdemos otros aspectos del juego "cruciales" en la formación de un jugador y de un equipo.

Perdemos la defensa individual por conceptos, perdemos el trabajo de un rebote defensivo (su técnica, su posicionamiento) y el primer pase tras la recuperación.
Y en los casos de ganar por una clara diferencia (hay cientos de partidos donde los equipos ganan a sus rivales por más de 50 puntos), no dejamos que los otros niñ@s disfruten de una mañana de partido que debería ser para T-O-D-@-S una fiesta.

Todo es formativo, pero muchas veces a los entrenadores nos puede mucho más el hecho de ganar de 100, que de ganar de menos (o perder) y trabajar distintas formas de juego más beneficiosas a largo plazo para los chic@s.