sábado, 26 de noviembre de 2011

BENDITAS REDES SOCIALES Y MALDITOS COMENTARIOS DESAFORTUNADOS


Que las redes sociales han cambiado el Mundo, está claro. Y que gracias a ellas podemos compartir información y debatir sus contenidos, también. El uso de ellas depende de cada uno. Hay quienes las utilizan como promoción para sus productos, otros para recuperar amistades que quedaron olvidadas en el pasado, también quienes las usan para intercambiar recortes de prensa o artículos... y por supuesto, aquellos que las usan de un modo generalizado con un "poquito de aquí, un poco de allá". Particularmente me alegra y me satisface que se utilice muy a menudo dentro de los amantes del baloncesto, más exactamente entre entrenadores y personal encargado del disfrute y aprendizaje de niños y no tan niños.

Navegando por internet se pueden llegar a encontrar opiniones muy interesantes y didácticas, siendo aquí donde entran las famosas redes, en la que destaca Facebook. Últimamente he llegado a leer verdaderas obras maestras, comunicados excepcionales, importantes reflexiones y verdaderas clases de cómo enseñar a ganar, a perder... o lo que es más importante, hacer que los nuestros amen y no odien o aborrezcan el baloncesto. Ejempos como comportamientos nefastos y destructivos por parte de los padres en algunas ocasiones, llevando estadísticas completas de su hijo y compañeros, para posteriormente hacer balance y comparativa del grupo. Poner en duda las decisiones del "único" responsable, el entrenador, cuestionando sus ideas y planteamientos. Entrenadores que presionan y presionan los 40 minutos de partido, vayan ganando de 20, 30, o incluso hayan cerrado acta, importándoles un "pimiento" el significado de la palabra deportividad pero "gozando" mientras los ¿rivales? pasan malos momentos en un día que debería ser una fiesta, la de todos.

Pero hay algo que me llama mucho la atención. Algo que no comprendo. Algo que, o estamos locos y tenemos una doble personalidad, o realmente hemos perdido el norte.

Me resulta cuanto menos curioso que debajo de cada opinión publicada en las redes sociales, enseguida nos avalancemos a darle click sobre "me gusta", e incluso nos aventuramos a comentar dándole la razón al autor, para luego en los partidos y entrenamientos hacer justamente lo contrario del mensaje que nos acaban de transmitir; eso es lo que me asusta.

¿Realmente entendemos lo que leemos, o estamos tan obsesionados con crear máquinas de competir que no nos damos cuenta del daño que estamos haciendo? ¿Es posible disfrutar viendo a un equipo "rival" agobiado y sin tener opciones de canasta? ¿Cómo un padre, supuestamente amigo de los demás padres, puede "comparar" las estadísticas de los niños?

Por cierto. Recuerdo que el año pasado compré felizmente un periódico únicamente porque habían venido a hacer una pequeña crónica del equipo que entrenaba. Qué barbaridad, es lo peor que pude hacer. Leer una crónica donde se destacaba a los máximos anotadores de mi equipo, se lanzaban perlas del estilo "equipo muy inferior que no pasaba medio campo..." a los otros chicos...

Sin embargo, en el ya desaparecido Equipo eso no ocurría. Pasara lo que pasara en el resultado, todos los niños quedaban destacados. Todos los niños habían puesto ilusión...Pero claro, quien organizaba y escribía en Equipo no era un cualquiera, sabía de qué iba todo ésto.

En fin. Terminaré de una forma parecida a la que leí hace poco. En breves juego con mis chicos y no me importa quién de los dos gane. Sólo quiero que jueguen, que aprendan y que esta noche estén con ganas de despertar para que llegue el partido lo antes posible. Si consigo que ésto dure todo el año, que vengan felices a los entrenamientos y partidos, que respeten a los compañeros del equipo contrario y que sean mejores personas de lo que ya son, habré cumplido como entrenador.


Nada puede superar eso... con el tiempo, te acabas dando cuenta.